lunes, 30 de mayo de 2011

Fútbol Club Barcelona, campeón de la UEFA Champions League

"Ni nos drogamos, ni nos tiramos, ni compramos árbitros. Nosotros sólo jugamos a fútbol". Así de contundente se mostró Piqué en la celebración del título de Champions. Y así de contundente es el FC Barcelona cuando se dedica precisamente a eso, a lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol.

[caption id="" align="aligncenter" width="494" caption="Abidal levantó la cuarta orejona de la historia del Barça, enorme gesto de Puyol al cederle ese privilegio. Un día después, el capitán también se acordó del otro afectado de la Liga BBVA de esta terrible enfermedad, Miki Roque, llevando su camiseta en la celebración del Camp Nou."][/caption]

El Manchester United salió con Van der Saar; Fabio, Ferdinand, Vidic, Evra; Carrick, Giggs, Park, Valencia; Rooney y Chicharito, un once diseñado por Sir Alex Ferguson para presionar hombre por hombre a un rival que alineó de inicio a Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Abidal; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Messi y Villa. Durante los 10 primeros minutos, la apuesta del club inglés dio resultado. La presión de los diablos rojos (liderados por un estratosférico Rooney que ahogó literalmente a Busquets) provocó que la salida de balón del club azulgrana se llenara de imprecisiones. Victor Valdés estuvo seguro en un par de salidas y muy atento en una horrible cesión de Piqué, evitando un gol tempranero que podría haber cambiado el transcurso del partido. Pep vio esto, y movió ficha. Colocó a sus jugones en posición de rombo, con Busi delante de sus centrales, Xavi e Iniesta alineados en el medio, y a Messi de mediapunta, revoloteando entre los centrocampistas y los centrales rivales, cambiando el discurso del encuentro por completo. A partir de ahí, 21 jugadores y millones de espectadores jugaban, se movían y veían lo que Xavi mandaba hacer, totalmente hipnotizados ante el capitán azulgrana esa noche, otra noche más en la que se adueñó del balón y dirigió el partido a su antojo.

[caption id="" align="aligncenter" width="366" caption="Pedrito, definiendo después de un pase magistral de Xavi"][/caption]

Y, como no podía ser de otra manera, una genialidad de Xavi fue la que abrió el marcador de Wembley. Mirando hacia el lado contrario, el genio de Tarrasa dio un pase antológico a un Pedrito que se vio sólo ante Van der Saar y "sólo" tuvo que definir perpendicularmente a la línea de gol, ajustando al primer palo y engañando al portero holandés.

[caption id="" align="aligncenter" width="384" caption="Imparable disparo que ponía las tablas en el marcador"][/caption]

El Manchester United, dignísimo finalista, no se rindió y volvió a presionar hasta que Rooney consiguió empatar el encuentro a los cinco minutos de que el Barça abriera la lata, con un golazo que hacía justicia al partidazo que estaba haciendo el 10 inglés, no tanto del de su equipo. Así, el partido se fue al descanso con un empate que dejaba aun más abierta la final.

[caption id="" align="aligncenter" width="474" caption="Messi, puro espectaculé"][/caption]

Tras la renaudación, el partido volvió a ser un recital azulgrana. Con confianza y precisión, el Barça movió y movió la pelota hasta que Messi se inventó una jugada individual marca de la casa desde la zona de tres cuartos hasta el margen del área, colocando el balón donde el veterano portero holandés no llegaría ni teniendo 20 años menos (recordemos que Van der Saar actualmente tiene los mismos que Guardiola, 40 añazos, colocándolo como el jugador más veterano en jugar una final de Champions por delante de Maldini). La Pulga volvía a ser decisiva en un partido importante.

[caption id="" align="aligncenter" width="455" caption="Villa ejecuta con maestría, a la escuadra"][/caption]

Pero aun quedaba la guinda del pastel, ya que faltaba un componente del tridente ofensivo que no había marcado: David Villa. Y lo hizo, en el minuto 68 de una final de Champions, con una tranquilidad digna del campeón del mundo que es. Un tiro a la escuadra que enmarcaba el partidazo del club azulgrana. Tras eso, el Barça levantó el pie del acelerador y dejó pasar el tiempo controlando, regateando y combinando ante un honrado United pero cansado de correr detrás del balón.







El resto es historia. El capitán Puyol (suplente por una lesión de rodilla y pendiente de operación) cedió el honor de levantar la orejona a Eric Abidal, 72 días después de ser operado de un tumor. Un gesto más de un equipo que, cuando no cae en provocaciones, juegos subterráneos y declaraciones cruzadas, no tiene rival hoy en día. Sus rivales, detractores y conspiradores tendrán que esperar, al menos, hasta el año que viene para verlos caer. Sus admiradores mientras tanto, pueden seguir disfrutando de un equipo que, injusta pero inevitablemente, ha abierto un debate sobre si es o no el mejor equipo de todos los tiempos.

¡Felicidades Barça!

[caption id="" align="aligncenter" width="585" caption="Pep Guardiola, el "amo" del Barça"][/caption]

PD.- Nos vemos en Twitter: @DSoria14

1 comentario:

  1. Me quedo con la frase de "Messi, puro espectaculé" XD

    El Barça fue superior en todo el partido, indiscutiblemente. Y el Manchester United solo pudo seguir su estela en la primera parte, tras la cual ya no pudo hacer nada. No había peligro, y se hizo ya evidente el resultado con los dos goles que llegaron más tarde.

    Grande el Bacelona y más grande su fútbol.

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