sábado, 10 de diciembre de 2011

El Barça 4.0 de Pep Guardiola

Dicen los sabios que lo importante no es llegar arriba, sino mantenerse. Esta magnífica frase, aplicable a todos los sentidos de la vida, también tiene su cabida en el fútbol. Este deporte no es una excepción: Década tras década se demuestra que estar arriba es una cuestión de rachas, de ciclos, y que para mantenerse en lo más alto durante el tiempo suficiente para ser recordado, para alcanzar la eternidad futbolística, un equipo tiene que innovar día a día, temporada a temporada.

[caption id="" align="aligncenter" width="260" caption="Pep Guardiola, una leyenda viva del fútbol"][/caption]

El Fútbol Club Barcelona de Pep Guardiola es el mejor ejemplo que hay actualmente que demuestre esta afirmación. Año tras año, el técnico azulgrana ha tenido que reinventar su esquema, ya que estar mucho tiempo en la cima del fútbol te hace más vulnerable. Los equipos te estudian más, te conocen más, saben de sobra qué vas a hacer, tus puntos fuertes y débiles. Ser el mejor (o de los mejores), con el tiempo, te hace perder originalidad y frescura. De ahí que cada año nos encontremos con un mismo esquema para el Barça, pero con distintos matices.



El primer año de Pep, su Barça 1.0 era un equipo que jugaba con una 4-3-3 heredada de Frank Rijkaard, con la novedad de que, en lugar de esperar al rival, lo presionaba para debilitar su salida de balón. El delantero era el primer defensor, ahogando al rival. Todos recordarán a Samuel Eto'o presionando hasta al portero rival. El resultado: Triplete.

[caption id="" align="aligncenter" width="280" caption="Delantero centro, defensa incansable."][/caption]

El Barça 2.0 innovó, precisamente, en la delantera. Con el cambio de cromos Eto'o - Ibrahimovic, Guardiola buscó tener una referencia arriba, alguien con menos capacidad de sacrificio, pero con más toque. Con lo que el técnico de Santpedor no contó fue con el carácter del sueco, incapaz de admitir suplencias y de no ser la estrella indiscutible del equipo en detrimento de un Leo Messi que hacía sus pinitos como delantero centro. Aún así, se ganó una Liga, las dos Supercopas y el Mundialito de Clubes.

[caption id="" align="aligncenter" width="341" caption="El mueble sueco, el butacón francés y el taburete argentino"][/caption]

Con el tercer año llegó la despedida de Laporta, el presidente que apostó por Pep (no sin antes obsequiar al club con su último regalo: David Villa), y en su lugar apareció Sandro Rosell y su política de austeridad. Esto hizo que se redujera considerablemente el número de efectivos, pero estos jugadores tenían que tener una característica primordial: versatilidad. Pocos jugadores, pero capaces de cumplir en varias posiciones. Con esa plantilla corta, Guardiola le dio todos los galones a Leo Messi, colocándolo para siempre en la posición de mediapunta/todocampista. Ese año, la temporada pasada, sólo el Real Madrid de Mourinho pudo con el equipo catalán, el cual consiguió Liga y Champions.

[caption id="" align="aligncenter" width="355" caption="El astro argentino deslumbró la temporada pasada"][/caption]

Para el cuarto año, el Barça 4.0 cuenta con dos piezas nuevas: el chileno Alexis y el hijo pródigo Cesc Fàbregas. Precisamente este último, con el 4 en la espalda, se antoja como la pieza fundamental para el nuevo esquema de Pep Guardiola, lo que los medios llaman contínuamente el 3-4-3, comparándolo con la táctica de Cruyff. Pero ni el fútbol de entonces es igual que el de ahora, ni el cambio de esquema se reduce a sacrificar a un defensa para tener más control en la medular. Ni mucho menos. El dibujo podría resumirse de esta manera:

[caption id="" align="aligncenter" width="329" caption="Cesc, con el 4, refuerzo de lujo para el Barça 4.0 de Pep"][/caption]

Dos defensas en el circulo central. Uno de los laterales, el mediocentro y uno de los interiores en la segunda línea. El otro lateral, el otro interior y Messi en tercera línea. Y para finalizar, los dos extremos muy abiertos, estirando el campo, en cuarta línea, con lo que no quedaría ningún delantero puro: Una 2-3-3-2. Los nuevos fichajes se han adaptado sin problema, ya que Alexis es más extremo que delantero, y Cesc compartiría las funciones de "falso 9" con Messi. Así, y siempre hablando en teoría, esta maquinaria funcionaría a la perfección a la hora de atacar:
Si el central rival va a por algún mediapunta, sería arriesgado ya que esa posición se encuentra demasiado atrás para un defensor.
Si se cubre a los extremos, se dejaría mucho espacio libre en el interior, dando demasiadas opciones a la segunda línea de ataque.
Si se presiona la salida de balón, la superioridad numérica en el centro del campo solventaría el problema y podría sacar el balón jugado.

[caption id="" align="aligncenter" width="527" caption="La evolución del esquema de Cruyff. ¿El alumno supera al maestro?"][/caption]

Este es el nuevo esquema para esta temporada. Sólo quedan horas para esperar si Pep Guardiola lo impondrá en el Santiago Bernabeu esta noche o seguirá con su clásico 4-3-3. A favor: No tiene nada que perder, su equipo está detrás en la clasificación y necesitaría arriesgar para no dejar la Liga BBVA casi finiquitada en Diciembre. En contra: El recuerdo de la presión aplastante del Madrid en los partidos de la Supercopa, y la velocidad de sus extremos. Y que el fútbol no es únicamente teoría.

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